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domingo, 24 de mayo de 2009

Half Challenge: sabor agridulce



Ya estoy de vuelta en Madrid. Ha sido un fin de semana estupendo aunque la carrera ha ido regular: he tenido una caída con la bici. a pesar de ser una carrera sin drafting (ir a rueda), se han formado numerosos pelotones, yo iba en uno de ellos con unos 30 triatletas; uno de ellos ha tropezado con un cono de señalización, se ha caído y otros 8 triatletas ( yo uno de ellos) hemos caído como en dominó. Afortunadamente no ha tenido graves consecuencias pero me dejó tocado para la media maratón, que me ha costado muchísimo terminarla. Bueno iré ampliando esta entrada para daros más detalles.

Continúo dando un poco el tostón con la carrerita y os doy la crónica del fin de semana, no sin antes hacer la advertencia de que puedo aburrir a las piedras.

Introducción

Existen dos organizaciones con marca registrada extranjeras que organizan triatlones de larga distancia en todo el mundo: Ironman y Challenge, los triatlones que suelen organizar son de distancia ironman (3,8 km de natación, 180 km en bicicleta y una maratón 42 kilómetros) o la mitad de esta distancia, que es lo que he hecho este fin de semana. Son organizaciones muy profesionalizadas con un gran despliegue de medios que es lo que hace atractivas este tipo de carreras y Challenge es el primer año que desembarca en España, concretamente en Calella (al norte de la provincia de Barcelona). El hecho de participar en un evento de este tipo, cortando incluso la N-II, hizo que mucha gente como yo corriéramos a inscribirnos allá por el mes de septiembre del año pasado.

Llegada y sábado

El viernes cuando llegamos a Calella, se respiraba triatlón por todos lados, el pueblo estaba tomado literalmente por triatletas tanto españoles como extranjeros, todos lucían sus camisetas de finishers de algún ironman. La hora del bocinazo de salida era las 7:30 del domingo así que la recomendación del último entreno suave el sábado era nadar tempranito. Fuimos a nadar 15 minutillos a las 8 de la mañana del sábado y ¡sorpresa!, no éramos los únicos, ya había bastante ambiente triatlético en la playa , y non precisamente tomando el sol, a continuación 40 minutillos de bici, para comprobar que la bici estaba ajustada y soltar un poco las piernas; igualmente la carretera estaba plagada de ciclistas con unas bicis acojonantes (y presumo yo de la mía), casi todos con “gorrocópteros”:dícese del casco aerodinámico que los ciclistas profesionales utilizan en las carreras en pista o en contrareloj, lo llevaba incluso algún triatleta fondón que daban ganas de decirle: “hombre quítate 10 Kgs. que seguro que es más efectivo que el gorrocóptero. Después del entrenamiento matutino, desayunamos y fuimos a recoger el dorsal, ¿el dorsal?, pedazo de bolsa con: chip, doble dorsal por si no utilizas cinta, gorro, dorsal para la bici, dorsal para el casco, bolsa para la bici, bolsa para la carrera…. , chicles, chupachuses (no es coña). Dimos una vueltecita por la expo que montaron, hice alguna compra (como no, siempre pico) y a la charla técnica que ya nos habían dicho que era importante ir. Supuestamente la reunión era a las 12:30 y cuando llegamos (a las 12:30) ya terminaba, cojonudo, no nos hemos enterado de nada; preguntamos a conocidos y nos comentan que básicamente explicaban el mecanismo de transiciones y hacían la advertencia de que vigilarían y penalizarían con mano de hierro el drafting (ir a rueda), como veréis cuando os cuente la carrera en sí era como de coña.

Por la tarde tuvimos que dejar todo en boxes. Para que os hagáis una idea los boxes de las bicis era un campo de fútbol plagadito de bicis, acojobicis de este tipo…





Comentábamos la cantidad de pasta que había metida allí. Dejamos la bici, las bolsas que utilizaríamos para cambiarnos para la bici y la carrera a pie y ala, a descansar. Bueno yo no descanse por un problemilla que tuve con mis rueda delantera, pero no os voy a aburrir más de lo que estais. Cena, café, …. ¿café? nooooo; fuimos a una terracita aledaña, ibamos cinco, pedimos cuatro tilas (por aquello de calmar lo nervios e intentar dormir bien) el quinto no tomó nada y el camarero se descojonaba: ¡ Anda que.. vaya diversión que llevais!. Lo cierto es que la tilita hizo su efecto y dormimos mejor de lo que pensábamos.

Domingo

A las 4:45 ya estaba despierto, pero habíamos puesto el despertador a las 5:15 asi que maree un poco hasta que sonó y ¿Cómo no? Los nervios comenzaban a hacer su efecto y la visita al baño era obligada. A las 5:30 bajamos a desayunar, es difícil meterse comida a esas horas pero es una cuestión de necesidad asi que unas tostadas con café y un bol de cereales con yogur, vuelta a la habitación a coger los últimos trastos (neopreno, gafas, bidones y barritas/geles), última visita al baño y para boxes.

Menuda procesión de triatletas yendo hacia los boxes y menudas caras llevábamos todos (entre felices y acojonadillos), mirando el mar que estaba un tanto agitadillo y el poco viento que hacía si nos iba a favorecer a la ida o a la vuelta.




7:00 nos ponemos el neopreno, vamos haciea la salida y nadamos 5 minutos para calentar; a mí me pegó un viaje una ola que casi me tienen que rescatar. Las salidas eran de 500 triatletas cada una separadas por cinco minutos. Los primeros serían los pros y en el segundo cajón estaba yo. En los últimos minutos antes de cualquier triatlón yo lo paso fatal, los nervios son insoportables, pero en este ya ha sido la repanocha, menos mal que tenía a gente del club y la charla amenizaba la espera.



7:30 salen los pros, a los 50 metros un pro se da la vuelta, mal asunto, no se nadará bien. 7:35 Moooooocc, bocinazo de salida y al agua patos.



Comienzo a nadar sin problemas y sorprendente me voy encontrando cada vez mejor, a la vueta de la primera boya estoy cazando a algunos triatletas de la salida anterior (junto con los pros habian salido tambien triatletas de un campeonato de policías y bomberos), sigo nadando a placer y a mitad del recorrido estoy cazando a pros (no me lo puedo creer); la gente iba despistadísima nadando en el mar, en el último tramo veo a gente que se dirige ya al arco de salida del agua, pero yo era consciente de que había que bordear otra boya y que probablemente desde alguna barca de la organización obligarían a rectificar a los llamémosles “equivocados”, finalmente no fue así pero creo que hubo bastantes descalificados por este motivo. Saldo del agua 33 minutos y pico, 34 al pasar por las afombras que registran el chip, recojo mi bolsa de la bici paso a la carpa donde nos cambiamos y salgo a por mi bici, la transición fue lentísima, la verdad.

Bicicleta

Salgo de la zona de boxes, me monto en mi queridísima Orbea y ala, 90 kilómetros por delante. Al principio me adelanta hasta el Tato, es lógico, la natación es mi mejor segmento. El circuito era básicamente por la N-II (que la cortaron para el evento), solo a la altura de Mataró nos desviábamos a la derecha y hacíamos unos 20 kilómetros, luego nos incorporábamos de nuevo a la N-II , bajábamos de nuevo hacia el sur hasta Masnou y vuelta para Calella. Los problemas surgieron en este desvío, en el que por las condiciones de la carretera y por la cantidad de triatletas era inevitable que se formaran pelotones, en la reunión del día anterior (que no llegamos a tiempo pero nos lo contaron) dijeron que en este tramo harían la vista gorda. De vuelta a la N-II los pelotones siguieron y nadie decía nada.



Me adelantó uno bajando hacia Masnou y no quise entrar, me adelantó otro de camino ya hacia Calella y tampoco entré, pero el tercero, harto de ver pelotones para arriba y abajo entré. Menudo alivio, pasé de 30 a 45 Km/h, pero el alivio duró aproximadamente 8 kilómetros, en uno de los estrechamientos que hicieron con conos, alguien de adelante lo pilló, se calló y caímos unos cuantos en montonera (como en las grandes vueltas…)



¡Qué rabia! Y qué merecido me/nos los teníamos. Me levanté, me recompuse, no tenía nada grave, pero me dolía mucho el pie derecho y los isquiotibiales de la pierna derecha, recompuse la bici, que no había forma de ponerle la cadena porque estaba pillada con el desviador, me monté en la bici y seguí pedaleando como pude. En los 20 kilómetros restantes hasta Calella, me dio tiempo a pensar de todo, había puesto demasiado tiempo e ilusión en esta carrera como para abandonar, pero y si no podía correr….

Llegué a duras penas a Calella (luego me di cuenta al recoger la bici después de la carrera que llevaba la rueda trasera algo frenada por descentrarse, el colmo).

Carrera a pie

La transición la hice también bastante lenta, tenia la piel levantada en dos dedos del pie y quise recubrirlo bien con vaselina para poder correr bien. El circuito era una vuelta por el paseo marítmo con 1,6 Km y otra vuelta por la parte norte de Calella hasta completar los 21 de la ½ Maratón. Justo cuando salía me curzo con Luis Enrique, el exfutbolista ahora metido a triatleta popular llevaba los 1,6 Km, si no me caigo en la bici lo pillo, me digo.



Comienzo a correr sin demasiados problemas, estoy dolorido pero consigo trotar sin muchos problemas, conforme pasan los kilómetros se me hace todo más pesado, los isquiotibiales de la pierna derecha me empiezan a dar problemas y el pie desollado me duele a rabiar, para colmo el exceso de barritas y geles empieza a revolverme la tripa y me empiezan a dar retortijones. En uno de los puestos de avituallamiento intento pasar a unos de los váteres portátiles instalados, pero se me cuela un belga, cagüen, me aguanto hasta el siguiente y se me pasan las ganas, hago el giro en el kilómetro 11,5 y vuelta, queda algo menos de la mitad, me cruzo con Jaime y le grito animándolo, pone cara de poker, conclusión no era Jaime, me cruzo de nuevo otro Jaime, ahora sí, le grito que no voy bien, él va fenómeno, a buen ritmo. La tortura se hace mayor y en los dos últimos avituallamientos comienzo a andar. Ando, corro, ando, corro, llego al pueblo , queda un kilómetro, hay muchísima gente animando, me animan por mi nombre, coño qué famoso soy… ah no que lo pone en el dorsal, los chavales ponen la mano para chocar los cinco, giro y 300 metros a meta, pero eso sí en una cuesta enorme, la gente me grita me estoy hecho polvo, Jaime me adelanta justo en la entrada del estadio, corro al entrar al estadio más por vergüenza que por otra casa y a meta, intento recomponer la sonrisa para los fotógrafos que a buen seguro nos sacaran una pasta cuando publiquen las fotos, medalla de finisher, 5 horas y 22 minutos, casi dos horas de sufrimiento corriendo, pero ya he llegado… ¡¡¡¡FINISHER!!!



Al menos la prueba la ganaron dos españoles: Cleemente Alonso y Virginia Berasategui. Ivonne Van Verklen quedó la 3ª














Ala, despertad que ya he terminado. Siento haber metido este ladrillazo, pero soy el primer interesado en haberlo dejado escrito para recordarlo en el futuro.

4 comentarios:

  1. Bueno, Esteban, me alegro de que estés de vuelta sin (prácticamente) incidentes. Otra vez irá mejor, lo importante es que terminaste y que no tuviste lesiones importantes.
    Ya nos cuentas más y nos pones fotos. Estábamos pendientes de que nos contaras algo.
    Besos

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  2. Bueno, Esteban ¡¡¡VAYA CRACK!!, un relato muy chulo. La guarrada fue lo de la caida, pero bueno, lo importante es terminar. Esperamos ansiosos fotos.

    Por cierto, a la próxima me avisas para que me apunte yo también.

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  3. ¡¡Que nos lo hemos tragado enterito... y sin bostezar ni nada...!!! Lo que hace el cariño. Yo me cansé ya sólo en el entrenamiento del día anterior.
    Un beso

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  4. ¡Qué crónica tan realista! ¡Si me dolían a mi los pies y los isquiotibiales! Si te has quedado con mal sabor de boca por lo de la caída piensa que hay más días que longaniza y siempre podrás intentarlo de nuevo. Enhorabuena por la prueba y por el blog. Sigue así que lo estás haciendo muy bien.

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