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martes, 25 de agosto de 2009

TRIATLÓN DE CUENCA



No podía faltar este triatlón en mi calendario (viene siendo un clásico). Nos vinimos a Madrid el viernes (el triatlón fue el sábado) con lo que el viaje a Cuenca fue algo más corto que yendo desde Valdepeñas que es una palicilla. El calor de estos días se dejaba también caer en Cuenca; la salida de la prueba era a las 16:30 (con la fresca) y allí estábamos todos con el neopreno puesto (el agua estaba fresquita) que parecíamos morcillas.




La natación era en el rio Jucar: dos vueltas de 750 mts. cada una, subiendo y bajando el río. En otras ediciones no he tenido problemas en la natación, pero este año supongo que al colocarme mal en la salida he recibido golpes hasta en el cielo de la boca. No os podéis imaginar las leches que me dieron en los primeros 400 metros. No había espacio y a la que ibas a respirar el fulano de al lado te hacía una aguadilla (por utilizar el diminutivo usual porque aquello, como decía el de la peli “Airbag”, eran hondonadas de hostias). Logré mantener la cabeza fria (ya dije que el agua estaba fresquita) y aguanté como pude esos 400 metros hasta que el pelotón de nadadores se iba estirando. 22 min. 57 seg. (creo que no estaba bien medido). En la bicicleta el calor se dejaba sentir, el circuito iba paralelo al Jucar y luego se cogía el desvío a Valdecabras (hay que joderse con los nombrecitos de los pueblos: ¿De donde eres? De Valdecabras, hala, a tomar por saco el currículum) con una subida tendida de unos 7 u 8 kms., no había avituallamiento y yo ya me había cepillado los dos bidones que llevaba en la bici. Se bajaba por el mismo sitio y vuelta a Cuenca. Una vez en la ciudad se subía por el casco antiguo hasta el castillo, 2,5 kilómetros de subida constante con una pendiente del 7% – 9% y con pavés (vaya, el suelo adoquinado; es que dices pavés y parece que has hecho la Paris – Roubaix). Tenía la boca más seca que la mojama, menos mal que al final de la subida había un avituallamiento de agua. Desde arriba por la hoz del Huécar y bordeando la ciudad hasta la segunda transición.





La carrera a pie fue por un parquecillo, en el que hicieron un revirado circuito de 2,5 kilómetros y había que darle 4 vueltas. Menos mal que había mucha sombra y era llevadero. Había un avituallamiento de agua en mitad del recorrido, en el que te ofrecían siempre dos vasos, yo pensé que uno sería de bebida isotónica y otro de agua y como la última vez me eché la isotónica por la cabeza y me bebí el agua (se quedaba uno un poco pegajosillo), me paré para hacer una cata de los líquidos: los dos de agua, pues hala me puedo duchar a gusto.




Al final 2 horas 35 minutos y un poco cansadillo la verdad. Bueno, con esta prueba doy por finalizada la temporada triatlética 2009 (no descarto que me de la vena de hacer otro pero en principio no). A partir de ahora y como dice mi compañero de club Macario, pasaré de la vigorexia a tocarme el bolo durante un mes. De paso, querido amigos nos os daré la paliza con mis desventuras (ya era hora pensará alguno...).

domingo, 9 de agosto de 2009

Cantabria Infinita




Es el reclamo turístico que la Comunidad Cántabra utiliza este año, y ami me parece el adjetivo perfecto para esta tierra: la diverdidad de playas, montañas, los verdes prados, las ciudades y pueblos...


Hace muchos años que por diversas circunstancias, sobre todo porque nuestras hijas eran demasiado pequeñas, no pisamos esta zona. Tan solo hemos estado una semana pero ha sido un redescubrimiento; encima hemos contado relativamente con buen tiempo, lo que en estas tierras es una suerte.

Hemos estado alojados en Boo de Piélagos, un pueblo al lado de Liencres, muy cercano a Santander. Nuestras excursiones han sido a Suances, Santillana, Santander, Cueva "El Soplao" y el parque de la naturaleza de Cabárceno. No ha sido demasiado pero suficiente para ir con niños y para una semana.

En cuanto a mis entrenamientos no me puedo quejar, he hecho gran parte de lo prescrito sin abandonar las relaciones familiares, que en vacaciones hay que fomentar y disfrutar. Ahora cambiamos el tercio y partimos rumbop a Alicante, esperemos no pasar demasiado calor.