Vamos a Valdepeñas

Este fin de semana toca ir a Valdepeñas. Los fines de semana que vamos a Valdepeñas y salgo a correr, suelo subir al cerro del Angel que recibe su nombre por un antiguo monumento franquista, réplica de los ángeles de la victoria del valle de los caídos. En los años 70 le pusieron una bomba los GRAPO, pero la estructura resistió y ahí está, un amasijo de hierros desafiando el paso del tiempo.





Yo he de reconocer que me gusta el sitio, en primer lugar porque tiene una vistas maravillosas de Valdepeñas, en segundo lugar porque la subida al cerro es un buen entrenamiento de calidad y en tercer lugar porque me trae recuerdos de niño, cuando subía con mi familia en el 850 a dar un paseo o a ver los fuegos artificiales de la feria desde allí.




Por otra parte restándole poesía al lugar y parafraseando a algún internauta: “pueden apreciarse pinturas que, si bien no son rupestres, denotan la existencia en Valdepeñas de cierta inteligencia primitiva, no exenta de cierto criterio estético. También pueden apreciarse - y esquivarse - multitud de elementos vítreos cortantes, probablemente restos de rituales alcohólicos de exaltación a la motocicleta, muy populares entre individuos dotados de esa inteligencia pre-homínida a la que hacía alusión anteriormente”.