
Llevo algún tiempo pensando si llegado este momento publicaba algo en el blog o no. Pero al fin y al cabo este es un pequeño espacio donde exteriorizo mis vivencias y sentimientos y a pesar de estar al alcance de cualquiera, la realidad es que los que lo leéis sois gente cercana a mí, bien porque me conocéis personalmente o porque tenéis afinidades con lo que digo o hago.
La reciente muerte de mi padre me ha dejado un profundo sentimiento de tristeza, pero a la vez de descanso. Descanso porque el final ha sido duro y sufrido y tristeza por lo que supone la pérdida de un ser muy querido.
Ahora, cada vez que pienso en él, me vienen a la memoria recuerdos de niño (siempre le han gustado mucho los niños)... cuando llegaba a casa y nos sacaba un globo de la oreja o nos hacía cantar alguna canción-trabalenguas imposible, cuando me pegaba el madrugón para irme de pesca con él o cuando lo acompañaba a guardar su coche en un cercado próximo a casa, me sentaba en sus rodillas y me dejaba coger un poco el volante.
Todas las personas de su entorno familiar y amistades han destacado su carácter afable, sus chascarrillos y lo que le gustaba jugar y bromear con los críos, cuando lo vivíamos porque éramos niños o cuando lo veíamos con nuestros hijos.
Deja una estela de felicidad, por lo que ha sido y lo que ha significado para todos los que le queríamos.
¡¡Hasta siempre papá!!
No has perdido a nadie Esteban. El que murió simplemente se nos adelantó , pues para allá vamos todos.
ResponderEliminarAdemás veo que lo mejor de él ( el amor, la felicidad, la añoranza de los momentos pasados...) siguen dentro de tí.
Gracias Javier. Ciertamente ha dejado una profunda huella en mi.
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